sábado, 22 de octubre de 2011

2+1=3 Lo que es bueno pa'l pavo, también lo es pa' la pava.

   En mi entrada anterior les comenté sobre los tríos, tomando como punto focal el sándwich mujer-hombre-mujer. No es un secreto que a pesar de ser este el más popular el que le sigue es si duda el más tabú.

   Cuando a ti como hombre  se te plantea la posibilidad de un trío con tu novia,  en tu mundo perfecto seria  ella, su amiga y tú, pero me quiero imaginar  ¿qué pasa si ella te pide/exige que sea un hombre-mujer hombre?. Es rudo ponerse en tu situación que como macho no concibe la idea de compartir con otro  individuo del mismo género al objeto del deseo. Lo mismo nos pasa a nosotras como novias, sin embargo en ocasiones aceptamos por puras y simples ganas de complacer o quizás porque sí nos da nota la cuestión (Si te ocurre la segunda opción, eres un lechúo). 

    En fin, si en algún momento te encuentras  en este tipo de eventualidades; desde mi punto de vista  deberías poner en práctica el mismo plan de acción : Es decir, que no hayan  nexos sentimentales fuertes entre los participantes y estar bien claros en la posición y el rol de cada uno. No vale quedarse sentado mientras los otros dos disfrutan. Claro que si en algún momento se da una movida entre tú y el "contrincante"  saber lo que te corresponde hacer.

   Me gustaría decirte que es tan sexy como el  m-h-m pero no lo es.  Así de simple y sencillo, definitivamente no nos excita ver a nuestro novio dándose con otro tipo ¿o sí?. Este sólo  tiene un objeto de deseo y debería ser yo (o la pana del trío). Ambos  están en su deber y derecho de satisfacer(me)la. Habrá mujeres que desearán algo de acción entre ustedes, pero para la mayoría es preferible que eso no ocurra.

   La idea es experimentar cosas nuevas, conocer y explorar los limites del ser humano. Lo cual nos lleva  a hacernos las preguntas existenciales más antiguas de la historia ¿Quienes somos? ¿Por qué estamos aquí?  Mi simple respuesta: Somos lo que queremos y  vinimos a pasarla bien. 

lunes, 10 de octubre de 2011

2+1=3 Pss, hey panita, a tu novia que lo lea!

Me senté acá  a escribir sin algo especifico.  Tenía una vaga idea pero me parecía un tema fuerte para lo que he escrito hasta ahora; no obstante, no me limité en absoluto y pienso hablar abiertamente de los tríos. 


Dadas ciertas estadísticas puedo asegurar que es el sueño americano de todo hombre, la petición más atemorizante para una mujer y para el resto de los mortales simplemente una vaina que no pasa con regularidad. Aquí estoy pues una vez más escudriñando en los pensamientos ocultos de hombres y mujeres que me rodean y a pesar de existir cierto tabú a su alrededor el ménage à trois  es sin duda una fantasía que a muchos nos gustaría cumplir.


Hay muchas fantasías: Sexo con aeromozas, sexo en la cocina, sexo por la puerta de atrás y  por supuesto el más aclamado; Los Tríos. Los hay de diversos tipos; sin embargo  debo recalcar que el más popular es el sandwich mujer-hombre- mujer.  


 Desde mi punto de vista los tríos  son buenos si y sólo si, existe atracción física más no un nexo  sentimental fuerte; es decir, se gustan pero no se aman. A la par de esto todos los participantes deben estar claros en que cada uno tendrá  sus cinco  minutos de placer proporcionado por los OTROS DOS participantes. La idea principal es que todos  se sientan satisfechos.


El problema radica en que la mayoría de las mujeres acceden a este tipo de eventos  con el pensamiento único y exclusivo de complacer a su parejita, cuando en realidad es algo que deberían  disfrutar también. Opino que dentro del trío las mujeres deben adoptar una posición bisexual para así evitar  celos, confrontaciones y por supuesto,  competencias. No sé que me ha llevado a pensar esto pero me parece la solución matemática a todos tus problemas.

En fin si lo harás anímate a hacerlo por ti, por descubrir nuevas experiencias y no sólo para complacer a alguien más.  

jueves, 6 de octubre de 2011

Confesiones de una Histérica Arrepentida.

Escribo porque siento que ya es muy tarde para hablarlo. Escribo porque definitivamente debo hacer llegar mis pensamientos aún cuando no sea el medio correcto. Ésta soy yo: difícil, con termostato de humor variable y  auto-suficiente. No te extrañe que a veces me haga la fuerte, qué no te tome por sorpresa un 'estoy bien' con una sonrisa , cuando por dentro  me esté envenenando del dolor.
Soy la causante de mis  propios triunfos, pero también de mis propias desgracias, terca, insólita. Una vez dije: 'vivo en un mundo donde sabotearse la felicidad es más fácil que aprender a ser feliz'. Y aquí estoy hoy,  mirando como pasa el tiempo y he dado con buenos momentos; sin embargo no he sabido sostenerlos bien con las manos.

Por miedo, por egoísmo, quién sabe por qué carajo soy así? Soy una maldita saboteadora  de mi propia felicidad. No tengo derecho a llorar, porque se me ha brindado todo lo que he querido y necesitado, y sin embargo lo he despreciado todo por algo que ni siquiera sé qué es.

Camino,  hacia el frente aunque mi cabeza sigue dando vueltas una y otra vez por el mismo conflicto. No avanzo, no me detengo, no aprendo. No creo en las personas,  y sin motivo alguno puesto que nadie me ha hecho tanto daño como para no permitirme creer.  He pasado por aquí muchas veces, me he sentido así otras tantas, pero por lo visto no encuentro lo que ando buscando.


'Soy así' y me escudo con esa frase pero lo cierto es que entre tantas cosas que perdí sólo una me dolió y descubrí que era lo que estaba buscando y la dejé pasar. Aprendí por fin que a veces perder  no es perder sino ganar, pero no estaba acostumbrada y gané pero perdí. Aprendí que no siempre tendré que huir porque alguien estará esperando por mi.  Lo más valioso que aprendí es a quererme y aceptarme a mi por encima de cualquier cosa. Muchas gracias, eso te lo debo a ti.

 Ahora bien, sé que no hay retornos. Y que el perdón por muy sincero  no sufre de alzheimer. No soy perfecta, pero aún así pude constatar que ya no soy de esas personas que huyen por temor a que les hagan daño.