Hace mucho no escribía porque
resulta que no había estado tan molesta
en mucho tiempo. Lo cierto es que estaba pensando en todas las veces que mis
amigas me han contado lo engañadas o no informadas han sido alguna vez.
Entonces decidí escribirte a ti porque
necesito respuestas claras y concisas; necesito razones, necesito que aprendas
a decirlo en mi cara.
Tu primer error es creer que me
quiero casar contigo *inserte sonido de que le quedan dos vidas*. Para comenzar
debo decirte que esto será como tú quieras que sea. Un affaire de una noche,
una semana de vacaciones, quince días de júbilo, o un año sabático. Puedo construirte un romance de tres meses, una
relación de dos años o una vida entera. Sólo necesito que seas claro y que me
digas lo que quieres, lo que esperas, lo que deseas de mí.
Y te pido perdón por la neurosis,
pero tengo tetas y soy mujer. Yo necesito estar clara en mi vaina porque no me manejo a oscuras y si me manejo, ocurre
un accidente. Entonces, necesito que me
lo digas; bajito mañana en la mañana al oído. Entenderé si me dices un “me
tengo que ir” mientras te veo con la camisa mal abotonada y los zapatos aún en
la mano. Entenderé si dentro de tres meses me dices “conocí a alguien y creo que es la adecuada”,
comprenderé totalmente si luego de dos años me dices que estás aburrido y
abrumado de mi desorden.
Yo sé que no tienes las respuestas,
que no sabes que quieres; que estás ahí simplemente con ganas impacientes de abalanzarte sobre mí y mis sábanas de
236598745698556 hilos. Entonces te
esperas. Escuchas este sermón digno de una misa dominical de esas a las que mi
mamá le encanta llevarme. Hoy no lo sabes, pero mañana sí lo sabrás, así que al
despertar dime qué quieres y entonces en base a eso construiré mi vida misma.
Sólo te pido, por favor, por fitas,
por los clavitos de yissus, que no me
mientas; que no me pidas algo que no quieres y dime lo
que piensas aunque creas que me vaya a doler. No tengas miedo de mí; sé siempre
sincero y claro porque lo que no voy a
perdonarte jamás es que me escribas y el
mismo día le aceptes la solicitud de “comprometido
con ” a Susanita en Facebook.
Porque al final lo que buscamos
las mujeres no es amarrarte, sino sinceridad. Yo no quiero
casarme contigo a los 20 minutos de conocerte, ni parirte 3 muchachos en 2
años. Quiero que quede claro que el peor error que puedes cometer es pensar que
las mujeres somos algún tipo de depredador. Entonces, ¿me vas a decir? ¿No? Entonces te me
vas.
que bueno que hayas vuelto...
ResponderEliminarWow... Se siente la firmeza de tus palabras, muy bueno en verdad.
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