domingo, 11 de marzo de 2012

No salgas con músicos.


Desde que tengo uso de razón, mejor dicho, desde que tengo la capacidad de fijarme en el sexo opuesto con fines de apareamiento; mi tierna y adorable madre me repite una y otra vez  una frase que  he  escuchado alrededor de un millón de veces "No salgas con músicos"


Mi padre fue músico en su juventud. Aún hoy guarda nexos con su  musa, su verdadero amor, la música. Cuando estaba pequeña no era raro que mi padre me llevara a algún ensayo de su grupo y entre teteros y cambios de pañales olvidados, mi madre de alguna manera afianzó el trío. Aún así, cuenta con aires melancólicos que no fue fácil establecer las prioridades, le costo mucho trabajo formar una familia.Y es por eso que quizás tenga temor de que yo me enamore perdidamente de un músico. Sin embargo, tengo mis propias opiniones.


  No salgas con un músico porque no serás su prioridad. Hagas lo que hagas y tengas el escote 36-C que tengas, nunca podrás igualar a su  amor. No salgas con un músico porque sus horarios serán meramente nocturnos, su ideal de cena romántica será pizza con cervezas (oh wait, ese es mi ideal de cena romántica). No salgas con un músico si no eres sensible a la sencillez, si no eres dada a los trasnochos; porque... se le acaba de ocurrir una melodía buenísima. No salgas con un músico porque generalmente anda a pie, es pelabola y se baña una vez al día. Disfruta pasar roncha. No salgas con un músico porque su manera de probarte que eres importante es tocarte algo en vez de recordar el aniversario. No, no salgas con un músico, porque posiblemente tendrá un harem de bellezas locas por él y sufrirás  más de un desaire. No salgas con un músico, pues para él primero que todo y antes que nada, está el éxito.


Sal con un músico porque su nivel de madurez  y sensibilidad es equivalente a las de un niño de 5 años moldeando dinosaurios en plastilina II. Sal con un músico porque te tocará como toca a su guitarra o te caerá a palo como a su batería ( no sugiere violencia la comparación)... Sal con un músico porque siempre buscará la manera de que exista armonía, de que sea bello, no perfecto, bello. Sal con un músico porque la monotonía no es parte de su diccionario y porque definitivamente hay pocas cosas en la vida que den tanta satisfacción así como ver demasiada vehemencia  en un solo ser. Sal con un músico porque la música no siempre estará para él y tú, al menos lo estarás cuando desees. Ama a un músico por la noche y escápate de él al salir el sol...

   Mi madre tiene razón... Ahí está ella, tiene 27 años casada con mi papá y la "otra".  Hasta ahora he sido fiel a los consejos de mi madre... Una vez salí con un fotógrafo que ejecutaba muy bien la guitarra o quizás era un guitarrista que tomaba buenas fotos ¿?.

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