lunes, 27 de febrero de 2012

Ser mujer no es pecado. PECADO es no disfrutarlo - Prólogo-


  ¿Qué es  una mujer? Una excelente interrogante para comenzar un libro que trata sobre nosotras. Sin embargo, yo misma no sé a ciencia cierta como definirnos.


  Hoy, que las mujeres no temen adoptar  "roles masculinos" y que  no es extraño que un hombre se quede en casa cuidando los niños ¿hay necesidad de definirlos? ¿Existe una necesidad de diferenciarlos?

 Cierto porcentaje social opina que ambos géneros estamos en igualdad de condiciones, pero mi pregunta real es: ¿somos iguales? Es cierto, he visto mujeres con botas de seguridad y casco, trabajando como obreras en la zona industrial, no conforme con eso mi madre sabe arreglar licuadoras, secadores, aires acondicionados, lámparas y cambiar cauchos. Aún así sigue en pie mi interrogante: ¿somos iguales? Y aunque  a más de uno le gustaría responder de manera afirmativa, la realidad simple y pura es que no, no somos iguales. ( Explique. Valor 5 puntos).

 A las mujeres nos es difícil desempeñar estos roles propios del hombre, por tanto, debemos cuidar  no cometer el mínimo error. Razón por la cual aumentan las exigencias. No se nos permite demostraciones emotivas...es decir, es necesario que actuemos como hombres en su campo laboral. No podemos dar menos que ellos.
   

Desde mi punto de vista las mujeres hemos conquistado terreno en el ámbito profesional, sin embargo, hemos dejado de lado otras facetas.Y lo que en un principio fue considerado como La Liberación Femenina, se convirtió poco a poco en nuestra nueva jaula. De la casa y los quehaceres, pasamos a la oficina, a la calle; de los teteros a las compras. Espero que me comprendan, no es que me guste más la manera en que vivieron nuestras abuelas, sino que por querer escapar de una realidad que nos encarcelaba, pasamos a ser parte de otra que terminó por encerrarnos igual.


  Y entonces ¿Qué es ser mujer?
   

Ahora mismo más que nunca, es una pregunta introspectiva para cada una de nosotras. Toda mujer, como tal, tiene una forma de expresar, decir, sentir, hacer y pensar; ya sea por las hormonas, la luna, los años o un fin mayor a nosotras mismas. Hoy tenemos la dicha de elegir y preguntarnos: ¿qué nos alienta?¿qué anhelamos? ¿qué estamos dispuestas  a dar por nuestros sueños?


  Podemos romper el molde de imagen, de lo que esperan los demás de nosotras. Porque en el pasado no fue bien visto que desearas estudiar antes que formar una familia, hoy pasa exactamente lo contrario. Entonces ¿cuál es la diferencia?¿qué nos define? ¿nos define ser arquitectos? ¿saber hacer pollo a la naranja? ¿tener cuatro hijos? ¿un par de zapatos Manolo Blahnik?

  Ser mujer querida; va más allá de un par de tetas, tacones y rubor melocotón. Es demostrar lo arrechas que podemos ser más allá de los roles que nos toquen desempeñar, nuestra manera de mantener el balance y de ver el mundo. 

  Si la tan deseada igualdad me lleva a convertirme en quien no soy y en quien no quisiera ser. La igualdad para mi no sería más que una simple utopía. Es necesario saber que ya logramos lo más importante; que se escuchara nuestra voz dulce, fina y femenina. 


   En la actualidad las mujeres trabajan, administran, votan y gobiernan. Usan pantalones y hasta les queda mejor. La prioridad es otra,  ahora debemos encontrar el equilibrio entre nosotras y el mundo; entre lo que debemos hacer y lo que queremos. Ser honestas y respetarnos por quienes somos.

 Ser mujer no es pecado. Pecado es no disfrutarlo.

 A mi madre Carmencita Regnault 
A mis amigas Francis Lachea y María V Guevara <3

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