Sexy.

 Hace rato estaba en el gym con Francis, cuando de repente voltee y allí estaba él ; cara perfecta, con una sonrisita cínica que me encantó. El tipo realmente no era mi tipo; es decir, no es de los que en la calle me hacen voltear la cara, pero al estar en un espacio compartido creo que detallarlo era un "must", así pues; descaradamente lo veía por el espejo mientras hacía mis ejercicios (por cierto, por muy cansada que estaba nunca mostré flaqueza alguna). Y si, en ese momento pensé que era sexy.

 Hoy en día hemos tergiversado la palabra, la hemos confundido con estética, perfección y belleza. Ahora hay centros de cuidado destinado solo al género masculino, y me parece buenísimo hasta cierto punto, venga, porque los hombres, son hombres y que bellos se ven al descuido; y en el caso de las damas par de 450 CC, son la orden del día; para llenar la simple palabrita de 4 letras que, a mi juicio no es más que una actitud ante nuestro entorno. 

A mi parecer ser Sexy no es más que sentirse seguro en todo momento ( o en la mayoría de ellos) de lo que se posee... Un ejercicio práctico sería preguntarse frente al espejo sí realmente importa tener dos kilos demás, y si la respuesta es NO, entonces están cerca de ser sexy; es decir, la seguridad y el control comienza cuando se acepta, maneja y saca partido de lo que se tiene y y nos sentimos cómodos con eso; por el contrario, sí se va por la vida queriendo ser más delgado, alto (alguno hasta compran ropa de una talla menos para” cuando estén flacos") sin ánimos de criticar su manera de verse; déjenme decirles que desde aquí se ven patéticos. 

 Sentirse sexy, es cosa de aceptar que somos imperfectos y hallar la perfección en ello. Vale resaltar que cualquier cosa que se tenga bella; sea contemplada lo suficiente para contrarrestar aquellas que no nos gustan y sí eso no es suficiente, pues simplemente descorchar un vino tinto y escuchar: Slow Dancing In A Burning Room de John Mayer y después me cuentan como se sienten.